Mi amigo el rockstar

Volaba con la bicicleta por entre autos. Son unos setecientos metros los que separan mi casa del trabajo y el trayecto sobre dos ruedas se hace en muy poco tiempo, lo cual no permite disfrutar mucho el paseo, además de que el tránsito es bastante áspero por la avenida y a esa hora la gente está un poco tocada. No es una buena idea ir con la música o la radio, ya que los oídos pueden salvarte de un peligro fuera del campo visual, o hacerte frenar cuando escuchás el gran clásico de la mañana: "¡Corré la bici boludo!" Lo lindo del clásico de la mañana es que la última vez que levanté mi puño contra alguien fue en 1991, pero cada vez que freno, me doy vuelta y miro tres segundos a quien largó el epíteto, suele acovacharse y seguir su camino un poco más tranquilo.

Pintado el clima matutino paso en el relato a describir el pum pum que tenía en el cerebro. Había una melodía, una canción, un motiv, que bailaba en mis neuronas. Tardé un rato en encontrar el estímulo original que grabó esos ritmos: "Voodoo Medicine Man" del disco Pump de la legendaria Aerosmith. Ya estaba en el trabajo, conectado con los auriculares cuando caí en la cuenta y fui a ponerle play. Resulta ser que es la ante última canción del disco, seguida por el hit "What it takes":

Tell me that you're happy that you're on your own. Yeah yeah.
Yeah, tell me that it's better when you're all alone.
Tell me that your body doesn't miss my touch.
Tell me that my lovin' didn't mean that much.
Tell me you ain't dyin' when you're cryin' for me.
Tell me what it takes to let you go.
Tell me how the pain's supposed to go.

En ese momento recordé la afición de Matías Castro por esta banda y como la compartimos cuando éramos más inmaduros que ahora, al punto que alguna vez este muchacho se quedó con una copia mía de este disco, que él ya tenía, pero su fanatismo por la banda lo hacía auténtico reclamador de la propiedad y me compré otro. Releo esto con cuidado y si bien suena a reclamo o pasada de factura no se confunda lector, es un ejemplo que quiere evidenciar lo auténtico de su fanatismo por la banda según mi apreciación. 

Entonces fui a crear una entrada a feisbuk, y como abrí y cerré cuentas, perdí la amistad (en ese medio unicamente) de Mati, la cual fue requerida de nuevo, y haciendo dicho trámite fue que caí en las fotos de Mati, y me encontré y lo encontré y no entiendo como este rockstar no está en este momento siendo debatido por las nuevas generaciones de rockers que pueblan el Sunset Strip. Reconozco que era amigo de un gran rocker y no lo sabía, no me daba cuenta, estaba tan cerca que el árbol me tapaba el bosque. Dejo aquí unas fotos testigo que le robé y un link  para las canciones. No olviden el disco, es grande como la banda y sin quitarle méritos a 'Eat the Rich', creo que su mejor producción.